El partido de aquel 27 de julio de 2008 no iba a ser uno más.
Nacional se jugaba el título de la Liguilla ante Defensor Sporting en un partido desempate por ver quién se quedaba con el certamen.
Esa tarde, Diego Vera comenzó como titular, pero a los 20' se lesionó y en su lugar Gerardo Pelusso mandó a la cancha a un juvenil: Santiago García.
Los que seguían el mundo de formativas sabían que ese tal “Morro” venía a la cancha pero para la enorme mayoría era “el 5”. Y la pregunta de muchos, viendo la lesión de “viruta” Vera, era “¿quién es ese que juega con la 5?”.
Ese "5" que se venía a la cancha hacía una semana le había hecho 3 goles en una final de 4ta división a Danubio.
De todas formas, no demoraron en saber que el Morro García era un 9 de los que pesan y a los 69 minutos la mandó guardar y fue nada menos que eñe único gol del partido y que le dio la consagración a Nacional.
Ese "5" que se venía a la cancha hacía una semana le había hecho 3 goles en una final de 4ta división a Danubio.
El resto de la historia es conocida por todos, el Morro fue mucho mas que uno de los ídolos de la generación del 90 junto a Sebastián Coates, Mauricio Pereyra, Facundo Piriz y Nico Lodeiro (aunque era un año mayor).
El Morro fue ese jugador con ADN de Nacional: de los que siempre fue al frente en todas, de los que se sabía que una racha de 3 o 4 partidos sin marcar se terminaba apenas llegara un partido difícil y de los que siempre daba todo porque así lo sentía.
Se extraña el Morro. Pero por siempre será el “Morro Eterno”
